La ruta verde de La Aljufía-Azud de Contraparada, que discurre por varias pedanías de Murcia, se prepara para acoger áreas de descanso y rutas guiadas. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento ha adjudicado el contrato para la puesta en valor del entorno de la acequia mayor Aljufía, declarado Bien de Interés Cultural de Interés Etnográfico, con el que se acondicionarán caminos y sendas para viandantes y ciclistas y se implementarán importantes mejoras en materia de accesibilidad. Asimismo, se van a abrir y recuperar tramos de interés público.
«Está prevista la limpieza y acondicionamiento de esta ruta, dotándola de señales informativas de todos los puntos de interés sobre los que discurre la senda verde», ha detallado a esta Redacción el concejal de Planificación Urbanística, Huerta y Medio Ambiente, Antonio Navarro. El edil también ha explicado que la actuación incluye la «instalación de mobiliario, como bancos y papeleras, para poder disfrutar de un entorno único rodeado de agua, molinos hidráulicos, viviendas tradicionales, limoneros, frutales y pequeñas huertas de hortalizas”.
Áreas de descanso, vegetación autóctona, bancos, aparcamientos para bicicletas y 151 señales informativas, en varios idiomas y con códigos QR que permiten la narración de los textos para personas invidentes y de visión reducida, se distribuirán por los 12,5 km que abarca la ruta, desde el paseo de El Malecón, en la mota del río Segura, hasta el Azud de la Contraparada, pasando por diversas pedanías como son La Arboleja, La Albatalía, Guadalupe, Rincón de Beniscornia, La Ñora y Javalí Viejo, hasta llegar al Azud de la Contraparada.
Señalética
Los códigos QR de las señales funcionarán como una guía para los visitantes interesados en ampliar los contenidos de las señales y contarán con contenido gráfico, como fotografías, esquemas y dibujos del entorno.
La señalización informará sobre puntos de interés como los molinos de Funes, de los Casianos y de la Pólvora; las acequias de la Aljufía y Bendame; entramo de la rueda de la Ñora; acueducto de los Felices; casa-Torre de los Castaños, de Los Cerezos y de Los Alarcones, y el mirador de la Contraparada, entre otros.
Las señales emplearán estructuras de caña, material autóctono de la zona, para que se integren de manera armónica en el paisaje. Con el mismo objetivo, el mobiliario como son los bancos, papeleras y fuentes se construirán con hormigón de color color beige terroso. El proyecto también contempla la instalación de señalización preventiva y direccional para mejorar la seguridad entre bicicletas y coches.
Renaturalización
El contrato, adjudicado por casi 300.000 euros, tiene por objetivo «fomentar el turismo, mejorar la movilidad sostenible y revalorizar el patrimonio natural y cultural de la Región», ha concretado el Consistorio en un comunicado.
En este sentido, el edil Antonio Navarro ha destacado que “esta iniciativa se enmarca dentro de una estrategia más amplia de renaturalización de espacios clave, promoviendo la biodiversidad y la conectividad ecológica, y reforzando el papel de estas sendas como infraestructuras verdes y destinos turísticos sostenibles«. Y es que estas actuaciones de sendas verdes están incluidas en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, cofinanciado por la Unión Europea con fondos Next GenerationUE.